11° Edición Digital de Artes y Letras “Elementos”
Autor: Alberto Colonna
Elementos
No sé que fue primero
Si el agua, el fuego, el viento, o la tierra.
Hacia frío, y quizás debiera decir que esto fue lo primero. Aunque ahora importe poco.
Juan se arrebujó en el sillón. Se cubrió con una manta. Y se enroscó tratando de combatir el frío que se colaba por las viejas ventanas. Había prendido el fuego con los pocos leños que le quedaban, pero peor es nada, pensó. Pronto se quedó dormido.
Un viento arrachado comenzó a soplar y por más que las ventanas estaban cerradas se fue escurriendo, por las mínimas rendijas. Las cortinas se balancearon torpemente, como la hacen las cortinas movidas por el viento. Los troncos crepitaban y estallaban cada tanto, Chisporroteaban con cada pequeño estallido.
Y ese fue el conflicto. Una de las chispas se enredó con las cortinas qué rápidamente se encendieron como una antorcha.
El fuego no espera. No da tregua. Simplemente arrasa.
Alguien dio la alarma y ululantes llegaron los bomberos.
El agua se desparramó con violencia y no paró hasta haber dominado la totalidad del fuego.
Cuando entraron en el departamento, encontraron a Juan, tapado con una manta y arrebujado en el sillón.
El aire cargado de monóxido se había colado en sus pulmones, dejando escapar la vida, sin que él llegara a enterarse.
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Las flores golpearon lúgubremente sobre la tapa del cajón. Los sepultureros comenzaron a palear la tierra sobre el ataúd hasta dejar un montículo qué señalaba una tumba nueva.
En ese momento una tenue llovizna comenzó a mojar la tierra recién movida.
Ya nada tenía importancia. Ni el aire, ni el fuego o el agua. La tierra lo protegía.
No lo sé con certeza, pero supongo que por fin se sentía feliz.