IV Edición Digital de Artes y Letras
“Mundos Sutiles”
Autor: Alberto Colonna
Azul
En un principio el todo era absoluto y abarcativamente azul.
Y prosiguió siendo azulado hasta que la luz se filtró.
Un minúsculo haz de luz.
Un diminuto espacio iluminado.
Y de allí partió todo.
Fue un solo instante. Quizás fuera uno a continuación del otro, pero en ese punto pareció uno solo.
No sé si ocurrió o simplemente sucedió que lo comprendió, porque, en realidad, siempre había sido así.
Enormes partes se fraccionaron en otras más pequeñas y, estas, en partículas más pequeñas que se desmenuzaron hasta casi desaparecer.
Sabía, entendía, que siempre estaban allí. Que siempre lo habían estado.
Fue como una revelación. Quedó extasiado. Cualquier expresión no habría podido describirlo.
Por fin había podido comprenderlo.
¿Cada partícula giraba? ¿Rotaba? ¿O se movía en forma caótica e imprevisible?
Fuere, como fuere, todo coincidía a la perfección para conformar un total azul.
¿Era distinto o era lo mismo?
Sutiles mundos coexistentes eran idénticos y eran diferentes.
El uno explica y estructura el todo y le da sentido al otro.
La vida se compone de cada una de aquellas fracciones, que vibran, que se entremezclan y se amalgaman hasta conformar algo compacto, único y definido.
Un todo, que, al fin y al cabo, era, finalmente, irremediablemente AZUL.