Convocatoria IX & X

MGDA abre  convocatoria para dos ediciones digitales de artes y letras de manera simultánea. Nos proponemos conversar sobre ambos conceptos y vincularlos en una muestra presencial única. Chequea en el botón las bases de la convocatoria:

Fundamentos Teóricos:

En el ámbito del arte, la pulsión y la inocencia se  entrelazan de manera fascinante. La pulsión, con su carga de impulsos y deseos inconscientes, puede manifestarse en obras que exploran los instintos más profundos del ser humano, a menudo con una intensidad emocional palpable. Por otro lado, la inocencia se puede representar en el arte como pureza, ingenuidad o falta de corrupción, a menudo asociada con la infancia o un estado primordial. Esta relación puede encontrarse en obras que exploran la dualidad entre la pureza inicial y la inevitable confrontación con los instintos más oscuros de la naturaleza humana. Por ejemplo, en la pintura renacentista, la representación de los niños como símbolos de inocencia se contrasta a menudo con elementos simbólicos que sugieren la presencia de pulsiones más profundas, como serpientes o frutas prohibidas, evocando así la complejidad inherente a la condición humana.

La inocencia se refiere a la ausencia de malicia, corrupción o culpa en una persona. Es un estado de pureza moral, donde el individuo carece de conocimiento o experiencia de la maldad o el pecado. La inocencia suele asociarse con la infancia, ya que los niños son vistos como seres libres de las complicaciones y responsabilidades del mundo adulto. Sin embargo, la inocencia también puede ser una cualidad que perdura en la vida adulta, representando una ingenuidad benigna o una falta de malicia en las acciones y percepciones de una persona. En la literatura, el arte y la cultura en general, la inocencia a menudo se idealiza como un estado deseable de pureza y bondad

En el contexto del psicoanálisis, el concepto de pulsión se refiere a una fuerza psíquica primaria y fundamental que impulsa el comportamiento humano. Estas pulsiones son consideradas instintivas y operan a un nivel subconsciente, motivando a los individuos a satisfacer necesidades biológicas y psicológicas básicas, como el hambre, la sed, el sexo, el afecto y la autoconservación. Sigmund Freud desarrolló el concepto de pulsión como una parte central de su teoría psicoanalítica, sugiriendo que estas fuerzas impulsivas interactúan con las normas sociales y las estructuras mentales para influir en la conducta humana. Las pulsiones pueden manifestarse de diversas formas y ser canalizadas hacia diferentes objetivos, tanto constructivos como destructivos, y su comprensión es fundamental para entender los motivos detrás de las acciones y experiencias humanas.

Pulsión e Inocencia: Una Exploración a Través de la Historia del Arte

La relación entre pulsión e inocencia ha sido una fuente constante de inspiración en la historia del arte, proporcionando un marco para explorar la complejidad de la condición humana. A lo largo de las épocas, variedad de artistas han usado diversas técnicas y estilos para plasmar estas dos fuerzas opuestas y complementarias, reflejando las preocupaciones y valores de sus respectivos períodos históricos. 

Antigüedad y Edad Media: Simbolismo y Alegoría

En las civilizaciones antiguas, como la griega y la romana, la pulsión y la inocencia a menudo se representaban mediante el uso de mitos y alegorías. Esculturas y frescos mostraban dioses y héroes en situaciones que revelaban tanto sus deseos primarios como su pureza inicial. Un ejemplo notable es el mito de Eros y Psique, donde Eros (el deseo) y Psique (el alma pura) simbolizan la unión de pulsión e inocencia.

Durante la Edad Media, el arte cristiano se centró en la lucha entre el bien y el mal, donde la inocencia se personificaba en figuras como la Virgen María y los santos, mientras que la pulsión se representaba a través de la tentación y el pecado. Los vitrales y las iluminaciones de manuscritos mostraban estas dualidades, utilizando colores y símbolos para distinguir claramente entre lo puro y lo corrupto.

Renacimiento: La Dualidad Humana

El Renacimiento marcó un renovado interés por la condición humana en su totalidad, incluyendo la exploración de la pulsión y la inocencia. Los artistas del Renacimiento, como Leonardo da Vinci y Michelangelo, capturaron la belleza del cuerpo humano y sus emociones, mostrando una comprensión más profunda de la psicología humana.

 Michelangelo, en el techo de la Capilla Sixtina, muestra la creación del hombre con Adán en un estado de pureza, pero también incluye escenas de la tentación y el pecado, ilustrando la complejidad de la naturaleza humana.

Barroco y Romanticismo: Intensidad Emocional

El período barroco se caracteriza por su dramatismo y emoción intensa, ideal para explorar la tensión entre pulsión e inocencia. Caravaggio, con su uso del claroscuro, creó escenas de gran realismo y dramatismo donde la luz simboliza la pureza y la sombra representa las fuerzas oscuras de la pulsión.

Durante el Romanticismo, los artistas como Francisco de Goya y Eugène Delacroix exploraron los extremos emocionales de la experiencia humana. Goya, en sus “Pinturas negras”, muestra la irrupción de las pulsiones más oscuras de la humanidad, contrastando con sus obras anteriores que celebraban la inocencia de la vida cotidiana.

Siglos XIX y XX: Psicoanálisis y Modernismo

Con el surgimiento del psicoanálisis en el siglo XIX, los artistas comenzaron a explorar más profundamente el subconsciente y las pulsiones internas. Edvard Munch, con su obra “El grito”, captura la angustia y la desesperación humanas, manifestaciones directas de las pulsiones internas.

El modernismo trajo consigo una ruptura con las formas tradicionales y una exploración de nuevas técnicas y estilos para expresar la complejidad de la condición humana. Pablo Picasso, con su periodo azul y su periodo rosa, explora la inocencia y la melancolía, mientras que su “Guernica” muestra la brutalidad y la pulsión destructiva de la guerra.

Arte Contemporáneo: Intersecciones y Nuevas Narrativas

En el arte contemporáneo, la exploración de pulsión e inocencia ha tomado nuevas formas, a menudo utilizando medios mixtos y tecnología. Artistas como Cindy Sherman y Jeff Koons desafían las percepciones tradicionales de estos conceptos. Sherman, a través de sus autorretratos, explora la identidad y la percepción, cuestionando la inocencia en la construcción de la identidad. Koons, con su serie “Banality”, juega con la idea de la inocencia en la cultura popular y la mercantilización del deseo.

El arte performático y las instalaciones también han ofrecido nuevas maneras de explorar estas temáticas. Marina Abramović, en sus performances, enfrenta al público con la crudeza de las pulsiones humanas, mientras que a veces también evoca una cierta pureza en la vulnerabilidad expuesta.

La relación entre pulsión e inocencia ha sido una constante en la evolución de las expresiones plásticas, reflejando las preocupaciones y valores de cada época. Desde el simbolismo y la alegoría de la antigüedad y la Edad Media, pasando por la exploración psicológica del Renacimiento y el dramatismo del Barroco, hasta la introspección del psicoanálisis y las nuevas narrativas del arte contemporáneo, los artistas han encontrado maneras innovadoras de representar la complejidad de la condición humana. Esta rica tradición continúa hoy en día, desafiando nuestras percepciones y profundizando nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

Convocatoria a Artistas: Exploración de Inocencia y Pulsión

Abrimos convocatoria para la IX  y X Edición Digital de Artes y Letras de MGDA. Te invitamos a explorar la intersección entre los conceptos de inocencia y pulsión a través del arte y las letras.

Estas dos convocatorias buscan profundizar en la complejidad de la experiencia humana al examinar cómo la inocencia, con su pureza y falta de malicia, contrasta y se entrelaza con las pulsiones primarias y los impulsos subconscientes que influyen en nuestras vidas.

Te invitamos a presentar duplas de imagen y texto que aborden estas temáticas desde diversas perspectivas y medios, ya sea pintura, escultura, fotografía, instalación, videoarte u otras formas de expresión creativa. Se alienta a los participantes a reflexionar sobre cómo estos conceptos se entrelazan en la sociedad contemporánea y cómo se manifiestan en la experiencia individual.

Los temas que podrían explorarse incluyen, pero no se limitan a:

  • La representación de la inocencia en contraste con las pulsiones ocultas.
  • La dualidad entre la pureza y la complejidad de la naturaleza humana.
  • La influencia de la cultura, la historia y el entorno en la percepción de la inocencia y la pulsión.
  • La relación entre la inocencia perdida y la confrontación con los impulsos internos.

El equipo de MGDA

Creando espacio para el arte.

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