Personalizar las preferencias de consentimiento
Utilizamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre todas las cookies en cada categoría de consentimiento a continuación.

Las cookies clasificadas como "Necesarias" se almacenan en su navegador ya que son esenciales para habilitar las funcionalidades básicas del sitio.

También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar cómo utiliza este sitio web, almacenar sus preferencias y proporcionar contenido y anuncios que sean relevantes para usted. Estas cookies sólo se almacenarán en su navegador con su previo consentimiento.

Puede optar por habilitar o deshabilitar algunas o todas estas cookies, pero deshabilitar algunas de ellas puede afectar su experiencia de navegación.
 
Ícono de validado por la comunidad
 
 
 
 
 
Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

1° Edición Digital de Artes y Letras

“Arte que se comparte”

Imagen: Paulo Finocchi

Texto: Marta Sampelayo

Gamine

Sólo fue el click de la cámara y la foto salió a la luz en la mañana brillante de los Jardines de Luxemburgo. Profusión de plantas, senderos floridos, arbustos, estatuas. Esos jardines suntuosos, a la italiana, diseñados por una reina, circundados por un lago que enmarcan columnas varias veces centenarias.
Y en ese paisaje, irrumpe como salida de un cuento, una niña pequeña, extraña, vestida de negro, con su pelo desprolijamente atado con un cordón… Parecía de otra época, con su carita entre asombrada y triste, subida a un monopatín, que denota su antigüedad.
De pronto, cuando la cámara se aleja, ya no estaba la niña de la fotografía… Miro a mi alrededor y, Nada… Ni rastros de ella.
¿Quién era esa nena? ¿Una ilusión, una aparición?
Me entero más tarde de que en tiempos de la Segunda Guerra, esos jardines habían sido bunkers de los alemanes… ¿Sería una niña judía cautiva allí durante esa época? Siento dolor y rabia al recordar esos momentos, al tiempo que pienso que fue una alucinación de mi mente, azorada por ese horror.
Miro, entonces las estatuas de los jardines, muchas de niños, unos sentados, otros jugando, con atuendos semejantes a los de ella. Y siento que, quizás, su espíritu libre escapó de la masacre para unirse a los otros chicos felices que representaban las estatuas.
¿Y la foto? ¿Un experimento lumínico?

Comparte este artículo

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of


0 Comments
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Carrito de compra